Que la muerte de Gwen -guapa, cariñosa, inteligente,… la novia perfecta para muchos-, a manos del Duende Verde representó, en ese momento, un duro golpe moral para todos los seguidores del cómic, ya hemos dado cumplida cuenta. Ahora bien, ¡qué ha quedado de ese dolor, con el paso del tiempo!
Pues la verdad que no mucho. Al fin y al cabo sólo es ficción y, en la vida real, cada cual tiene ya sus propias cuitas. Aunque rebuscando he encontrado un par de detalles musicales, más o menos actuales.
Es un balada dedicada a su muerte de título: ‘Gwen Stacy’. Aparece en el primer disco (2003) de La Costa Brava, titulado ‘Déjese querer por una loca’. Ni que decir que su autor es un lector de cómics desde pequeño y que los heredó de su hermano mayor. Como muchos. Cuenta que la compuso una tarde de 1998 con su guitarra y que la grabó en un "cuatro pistas", ya me entienden. Desde entonces la lleva en sus conciertos. Creo que no he comentado que Gwen hizo su primera aparición en The Amazing Spider-Man #31 (diciembre de 1965), con su rubio cabello rubio y aspecto de niña buena. La letra dice:
Colgada en mi red no pudo aguantar el shock
y bajo un puente todo terminó.
Gwendy al caer,
Gwendy al caer...
El Duende escapó llevándose la mitad
de mi vida en su patín.
Todas mis victorias no tienen ningún valor
desde que fui vencido por primera vez.
Gwendy al caer,
Gwendy al caer...
Recientísimos estudios (abril, 2008) han encontrado la causa de las enormes tensiones que son capaces de aguantar los hilos de seda de las arañas. Tiene que ver con la configuración geométrica de las proteínas que constituyen los débiles enlaces de hidrógeno que estructuran los hilos.
Cuando se agrupan en racimos o nudos de tres o cuatro de estos enlaces de hidrógeno, la resistencia de toda la estructura se hace sorprendentemente grande. Mucho más que el acero. Pero han de ser racimos de tres o cuatro. No de uno o dos enlaces. Ni más de cuatro. En ambos casos la resistencia de la estructura se reduce bastante. Se desconocen los motivos. Por lo que hay que seguir investigando.
Este nuevo conocimiento, de cómo la configuración de una proteína incrementa la fuerza de un material, podría ayudar a crear otros nuevos con multitud de aplicaciones. También podría tener consecuencias sobre las investigaciones acerca del tejido muscular y de las fibras amiloides presentes en el tejido cerebral.
Parece ficción pero no lo es. Y aunque lo fuera, la ficción es como una tela de araña. En todo momento está sujeta a la vida, pero casi siempre de una forma ligera. Ligera pero perceptible, hay que aprender de los errores. (Continuará)