(Continuación) La Royal Society delegó el trabajo en Quest Internacional (QI), una compañía especializada en el estudio de olores y sabores de diferentes sustancias. Sin duda, con su capacitación profesional podrían descubrir la química y física que subyacen en la preparación de un martini.
Lo primero que hicieron los investigadores fue un rastreo literario sobre su composición. En las novelas de James Bond, escritas por Ian Fleming, encontraron diferentes preparaciones. La más repetida implicaba que el vodkatini tuviera la composición ya indicada, que se preparara agitado y no revuelto, se sirviera muy frío y en una copa de champán honda, con una larga y delgada rodaja de limón. Otra cosa es como quedó en el cine.
En manos de físicos y químicos
Con esta información se pusieron manos a la obra, ahora ya, en el laboratorio. Al finalizar las investigaciones, el doctor F. Scanlan de QI, encargado de comunicar los resultados, hizo saber que:
1. La composición química del martini es la misma, se agite o se revuelva el combinado. Por el contrario, su sabor sí cambia con la forma de prepararlo.
2. Si sólo se le agita en la coctelera, se posibilita que: a) los distintos componentes se mezclen de una forma suave, lo que hace que el hielo no se rompa y que la bebida presente un aspecto transparente; b) el proceso de enfriamiento se realice de forma lenta y se prolongue así su frescor; c) penetre aire dentro de la mezcla, lo que facilita una mejor disolución del vermouth y, en la boca, la mezcla tenga una textura más suave. Justo como le gusta al superhéroe.
3. Pero si se prepara revuelto, en una batidora, la violencia de este método hace que: a) se rompa el hielo, por lo que el martini presenta un aspecto nebuloso; b) se enfríe de forma brusca y, por tanto, se caliente antes; c) no penetre tanto aire, por lo que dará una sensación al paladar más pesada. Ergo, aunque químicamente es la misma bebida en ambos casos, no resulta así en el paladar. Que es, al fin y al cabo, lo que cuenta.
Ya lanzados los científicos, incluso, se atrevieron a ofrecer una fórmula para el martini de 007. Una composición para la mezcla perfecta de bebidas. Tomen nota: tres partes de ginebra Gordons, una parte de vodka y media de vermouth Lillet. Al parecer, el equipo de biotecnólogos detectó que, las naturales propiedades antioxidantes que tienen estas bebidas por separado, se incrementan al ser mezcladas, y más aún, si se las agita. Una explicación, quizás, del extraordinario vigor, en todos los sentidos, de Bond.
Pero, ¿porqué nuestro agente secreto preferido toma los martinis de vodka? ¿Cuál es la razón de que, en algunas circunstancias, añada unos granos de pimienta a la copa? ¿Que pinta en todo esto Dimitri Mendeleyev, padre de la tabla periódica de elementos químicos? Tin tararan tan tantantan tin.
Escrito por Carlos Roque Sánchez croque@supercable.es
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Con esta información se pusieron manos a la obra, ahora ya, en el laboratorio. Al finalizar las investigaciones, el doctor F. Scanlan de QI, encargado de comunicar los resultados, hizo saber que:
1. La composición química del martini es la misma, se agite o se revuelva el combinado. Por el contrario, su sabor sí cambia con la forma de prepararlo.
2. Si sólo se le agita en la coctelera, se posibilita que: a) los distintos componentes se mezclen de una forma suave, lo que hace que el hielo no se rompa y que la bebida presente un aspecto transparente; b) el proceso de enfriamiento se realice de forma lenta y se prolongue así su frescor; c) penetre aire dentro de la mezcla, lo que facilita una mejor disolución del vermouth y, en la boca, la mezcla tenga una textura más suave. Justo como le gusta al superhéroe.
3. Pero si se prepara revuelto, en una batidora, la violencia de este método hace que: a) se rompa el hielo, por lo que el martini presenta un aspecto nebuloso; b) se enfríe de forma brusca y, por tanto, se caliente antes; c) no penetre tanto aire, por lo que dará una sensación al paladar más pesada. Ergo, aunque químicamente es la misma bebida en ambos casos, no resulta así en el paladar. Que es, al fin y al cabo, lo que cuenta.
Ya lanzados los científicos, incluso, se atrevieron a ofrecer una fórmula para el martini de 007. Una composición para la mezcla perfecta de bebidas. Tomen nota: tres partes de ginebra Gordons, una parte de vodka y media de vermouth Lillet. Al parecer, el equipo de biotecnólogos detectó que, las naturales propiedades antioxidantes que tienen estas bebidas por separado, se incrementan al ser mezcladas, y más aún, si se las agita. Una explicación, quizás, del extraordinario vigor, en todos los sentidos, de Bond.
Pero, ¿porqué nuestro agente secreto preferido toma los martinis de vodka? ¿Cuál es la razón de que, en algunas circunstancias, añada unos granos de pimienta a la copa? ¿Que pinta en todo esto Dimitri Mendeleyev, padre de la tabla periódica de elementos químicos? Tin tararan tan tantantan tin.
Escrito por Carlos Roque Sánchez croque@supercable.es
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