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sábado, 11 de octubre de 2008


Ciencia y Cine: Superhéroes y Ciencia


El pasado jueves tuvo lugar la anunciada charla-coloquio en el foro cultural de FNAC de Sevilla. Vaya por delante mi agradecimiento, sobre todo, al público asistente no sólo por su presencia sino por su activa participación; a la propia FNAC y, en concreto, a Manuel Pilar por su interés; a la emisora radiofónica Radiópolis y a Paco Martos, en particular, por la amable presentación que hizo; y a Blogdesuperheroes.es y a su gestor, Álvaro Sánchez Cazorla, culpable de alguna forma, de todo este tinglado. Gracias a todos.

Y yendo a lo que iba, les diré que en ella traté de forma genérica mi particular visión de este imaginario mundo de los superhéroes. Planteé el inicial oxímoron que puede parecer, el hecho de juntar el ficticio mundo del cómic, con la realidad empírica de la ciencia.

Porque, ¿qué tendrán que ver la Genética, la Mecánica Cuántica, la Astronáutica, la Psicología, la Relatividad, la Termodinámica, la Física Nuclear y la Teoría de Enlaces, por decir algunas disciplinas, con Superman, El Chico de Hielo, Batman, La Chica Invisible, La Masa, Spiderman, Cíclope o Ironman?


Por supuesto que mucho, ni que decirlo tengo. Y en demostrarlo empleé el tiempo de la charla. Para ello hice una categorización de los superhéroes, ni exhaustiva ni excluyente, atendiendo al origen de sus superpoderes. Algo más complejo de lo que a primera vista pueda parecer.

Después desarrollé una serie de aspectos -que a la ciencia le podrían interesar de la ciencia-ficción en general y del mundo de los superhéroes en particular- relacionados con los superpoderes. Entre ellos:

1.- ¿Cuál es su origen? ¿Tiene justificación científica su existencia?
2.- ¿Cómo funcionan? Los efectos que producen, ¿se pueden explicar con los principios y leyes conocidos en la naturaleza?
3.- ¿Qué supermateriales aparecen en este mundo? ¿Qué dice la ciencia al respecto de su naturaleza, estructura y propiedades?
4.- ¿Cómo llevan los superhéroes el poseer estos superpoderes? ¿En qué grado afecta a su personalidad la existencia del 'alter ego'?


También apunté otros tantos campos de estudio de este universo superheróico, en el que están trabajando un grupo de alumnos de 'Proyecto Integrado' del IES Hermanos Machado de Sevilla. A saber:

5.- Mitología y ciencia-ficción
6.- Héroes míticos y superhéroes
7.- Magia y ciencia
8.- Superhéroes y filatelia
9.- Superhéroes y música.

Y en esto se pasó el tiempo. Yo me lo pasé bien. El público creo que se quedó con la impronta de que, la mayor parte de los superhéroes son como algunos cuadros: para admirarlos no hay que mirarlos muy de cerca.

Salvo que seas Homer Simpson (“No suelo rezar mucho, pero si existes, ¡sálvame Superman!”. Bueno, ya saben como es el hombre amarillo.
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miércoles, 8 de octubre de 2008


Charla-coloquio: "Superhéroes y Ciencia"

Mañana, jueves 9 de octubre de 2008, Dios mediante, y las ocho de la tarde, daré una charla-coloquio en el foro cultural de FNAC de Sevilla.

Su título "Superhéroes y Ciencia". Sí ha leído bien. El mundo del cómic y los campos del saber de las ciencias, juntos en una charla. Lo que se dice un auténtico oxímoron, y en estado puro. Interesante de entrada.

Ya veremos en qué queda.

Foro de FNAC SEVILLA
Avda de la Constitución, 8
Jueves, 9 de octubre 2008
20:00 h
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sábado, 4 de octubre de 2008


Ciencia y Cine: To be or not to be: that is the question [5]

(Continuación) Así pues el dichoso adamantium marveliano tendría que ser un material covalente, con propiedades como ser dieléctrico, denso, muy resistente y nada maleable, a la vez que un material metálico, con propiedades como ser conductor eléctrico, ligero, resistente y maleable. De modo que el material más fuerte del 'Universo Marvel' debe combinar, de alguna manera, las propiedades de los metales con las propias de las sustancias covalentes.

Algo nada probable desde el punto de vista de la ciencia, por no decir imposible. Por más que he leído, no he encontrado nada al respecto. Y por más que me lo he imaginado, tampoco llego a concebirlo. Confieso mis limitaciones. Para mí que tal material no puede existir. O al menos es muy poco probable. Un material ficticio por tanto.

Esto es lo que tiene el mundo de los superhéroes, que como se mueve en la frontera del conocimiento, más allá de lo posible y cerca del precipicio de lo comprobable, corre el riesgo de precipitarse. Por eso lo llaman ciencia- ficción, para no llamar a engaño. Porque los que así lo pretenden lo denominan magia. Por si pueden engañar.

Aunque yo no me fiaría del todo, de esta diferenciación que les hago.

Las leyes de Clarke
Sobre todo porque así nos lo advirtió el escritor británico A. C. Clarke (1917-2008), destacado novelista y divulgador científico, con sus tres leyes:

- Primera ley de Clarke dice: “Cuando un científico famoso, pero ya de edad, dice de algo que es posible, es casi seguro que esté en lo cierto. Cuando dice que es imposible, probablemente se equivoca”.

- Más agresiva, la Segunda ley de Clarke reza: “La única manera de encontrar los límites de lo posible es yendo más allá de esos límites y adentrarse en lo imposible”.

- Y la más popular y citada de ellas, la Tercera ley de Clarke: “Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.

Aunque no voy a entrar en ellas, advertido queda acerca de lo imposible, lo improbable y lo mágico. No se puede decir más con menos. O cuando menos es más.

Y hasta aquí
Bueno, creo que por ahora, de adamantium ya estamos bien servidos. Salvo que ustedes dispongan lo contrario y quieran que les aporte alguna información más, que por ahí anda. Ya saben donde me tienen y que lo haría con gusto.

No quiero sin embargo finalizar esta entrega, sin dar respuesta en esta tribuna pública a una pregunta privada, que hace unos días me hizo un estudiante de Física. Quería saber si las garras de Lobezno podrían romper el escudo del Capitán América. O lo que es lo mismo, si el adamantium era más fuerte que la aleación de acero y vibranium. Una buena pregunta, de difícil respuesta.

Analizando ambos materiales pienso que no. Más que nada por la capacidad del vibranium de absorber la energía sonora, sin que ese proceso le inestabilice. Algo que le hace casi indestructible. Si a esto le unimos la “fortaleza” de su aleación con el acero, definitivamente no. Es más que probable que el escudo de “Capi” sea lo más de lo más en el mundo de los superhéroes. Nada se puede contra él. (Continuará).
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miércoles, 1 de octubre de 2008


Ciencia y Cine: Aquaman

Otro superhéroe de la DC Comics, creado por Paul Norris y Mort Weisinger, que hizo su primera aparición en la revista More Fun Comics Nº 73 (noviembre, 1941).

A semejanza de Namor, de Marvel, Aquaman es también un héroe marino originario del reino mítico de Atlantis. Tres superpoderes le caracterizan: la capacidad de comunicarse telepáticamente con cualquier forma marina de vida, la posibilidad de respirar bajo el agua, y una enorme potencia para nadar a altas velocidades. No es poco.
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sábado, 27 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: Una propiedad más [4]

(Continuación). Sí, claro que hay más propiedades. Ahora una que está relacionada con el cambio de estado de agregación que le hace Magneto al adamantium de Lobezno, al pasarlo de estado sólido a líquido (fusión). Un efecto térmico que logra, al someterlo a la enorme intensidad de su potente campo electromagnético, que le transmite la energía suficiente como para que se funda.

Luego es una causa de naturaleza electromagnética la que actúa sobre el adamantium, que tendría que tener, entonces y también, la misma naturaleza para interaccionar con él. O lo que es lo mismo, el adamantium es un conductor eléctrico ¿Qué tiene que decir la ciencia de todo esto? ¿Tienen los materiales covalentes esta naturaleza? Para entendernos, ¿son conductores de la electricidad las sustancias covalentes?

Por otro lado, ya en el veinticinco aniversario de la primera aparición lobezna, el adamantium volvía de nuevo a las imprentas en Wolverine #145 (diciembre, 1999). Y con él una novedad, al manifestar Marvel que se trataba de un metal. Un momento. Entonces, ¿todo lo que hemos visto sobre su carácter covalente…?

Como pueden ver, no escasean los problemas científicos en este mundo adamantino. Mas, nosotros, tranquilos. Como siempre. Yendo por partes. Sin prisa. Pero sin pausa.

El adamantium se funde
Por la infortunada experiencia con Magneto sabemos que se derrite. Una esperada consecuencia de un efecto conocido como efecto Joule, que produce la electricidad en aquellos materiales que la conducen. Pero nunca en aquellos que no la conducen como, por ejemplo, los covalentes.

En efecto. Si recordamos lo fuertemente localiza¬dos que están los electrones en las regiones internucleares de los átomos enlazados y su nula movilidad, las sustancias covalentes no pueden manifestar conductividad eléctrica. Ni ellos ni tampoco sus disoluciones, dicho sea de paso.

Lo que se traduce en que el adamantium no es un conductor de la electricidad. Por el contrario es un dieléctrico. De hecho, el mejor dieléctrico que podría existir. Un verdadero aislante eléctrico, dado el extremo valor del enlace entre sus átomos. Luego sería inmune a los ataques electromagnéticos de Magneto y no se fundiría.

Pero como no lo es y se derrite, el adamantium no puede ser covalente y por lo que sabemos, la ciencia dice que debería ser un metal. Que es precisamente lo que dice Marvel. Lo que nos viene bien pero, por desgracia, no puede ser, ahora que lo pienso, dada su gran resistencia mecánica, impropia de los metales. Se lo advertí, había problemas.

El adamantium es un metal
Es la última de Marvel sobre el “indomable” material (procede del griego adamas, indomable). Dicho lo cual, veamos ahora lo que dice la ciencia. Para intentar explicar cómo es que los átomos de un metal se unen, los científicos han ideado, como para las sustancias covalentes, un modelo: el modelo de enlace metálico.

Según éste, los metales estarían constituidos por una red de iones positivos en estado de vibración, rodeados por una nube colectiva de electrones de valencia, con plena libertad de movimiento, que interviene como cemento de unión de los iones, conformando el cristal metálico.

Así pues, la característica de los electrones en los metales es su movilidad, su deslocalización, la posibilidad de ocupar múltiples niveles energéticos muy próximos entre sí. Gracias a ella los metales son conductores de la electricidad, y se ven influidos por los campos electromagnéticos.

Con esta información, si el adamantium es un metal, la ciencia podría justificar lo que Magneto le hace a Lobezno. Y aún más. Dado que los enlaces metálicos no se establecen en una dirección única como los covalentes (se dice que son no direccionales), también podría explicar su gran maleabilidad e, incluso, su baja densidad, imposibles si fuera covalente. Una naturaleza que, sin embargo, sí justificaría su gran resistencia.

Entonces con qué nos quedamos, ¿covalente o metálico? ¡Ay, adamantium! ¡Cuántos disgustos me das! (Continuará).
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miércoles, 24 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine:Elektra

Para esta serie postal de superhéroes, no ha debido ser fácil seleccionar sólo diez personajes. No en vano son centenares los que viven en este universo marveliano. Y ella es uno de los pocos personajes femeninos que, no formando parte de un supergrupo, destaca. De ahí que esté.

Sin superpoderes, pero suficientemente dotada para casi todo, a esta moderna Elektra la persigue la desgracia. Como a su homónima clásica de la mitología griega, la hija de Agamenón y Clitemnestra.

Envuelta en la tragedia y cubierta de misterio ha nacido para luchar y vive para matar. Es una mercenaria de la muerte. Está teñida de tragedia, entrenada para el crimen y abandonada a la muerte. Pero para Elektra, la muerte sólo es el principio…
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sábado, 20 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: Más propiedades del Adamantium [3]

(Continuación) Desde el punto de vista de la ciencia hay varias dificultades para entender el comportamiento de este material. Hemos de saber que la resistencia de cualquier material depende no sólo, ni tanto, de la clase de átomos que lo forman, como del tipo de enlace mediante el que están unidos.

Conforme más fuerte sea este enlace, más resistente será el material. Y como se trata de un material muy resistente, sus átomos estarán unidos por el enlace más fuerte conocido. Luego el adamantium ha de ser…

… Un material covalente
Sabemos que el más fuerte de los conocidos es el enlace covalente. Por él los átomos se unen entre sí debido al hecho de compartir sus electrones de la capa más externa. De esta manera cada par de electrones (2e-) supone un nexo de unión entre ellos o enlace covalente, y a las sustancias así formadas se las denomina sustancias covalentes.

Según este modelo de enlace covalente, los electrones compartidos están fuertemente retenidos en las regiones internucleares de los átomos enlazados, atraídos electros¬táticamente por las cargas positivas de los núcleos. No se pueden mover de ahí, por lo que se dice que están localizados. Y sus uniones, los enlaces covalentes, se producen en una dirección única, lo que se conoce como enlaces direccionales.

Pues ya está. Si es covalente, que es lo que en principio parece estar claro, se podría explicar la primera de las propiedades comentadas: su legendaria resistencia, que ya no indestructibilidad. Un fenómeno que vendría derivado de la inmovilidad de sus electrones de enlace y de la extremada fuerza de unión entre sus átomos. Bien, tampoco es así exactamente, pero seremos algo permisivo con esta propiedad, y pasaremos de puntilla por ella. Al menos por ahora, aunque ya adelantamos que no se conoce ninguna sustancia covalente con tal valor de resistencia. Pero bueno, el adamantium, de existir, tendría que ser una sustancia covalente. Veamos otra propiedad.

El adamantium es ligero
La anteriormente comentada idoneidad guerrera del adamantium, se ve incrementada con otra de las propiedades ya que, según parece, se trata de un material liviano. Una cualidad que le confiere ligereza a los objetos que se construyan con él. De modo que, al ser menos pesados que los construidos con acero o hierro, darán ventaja a sus dueños. Aunque no lo mencionan, la idea es que el adamantium es un material de baja densidad.

Y aquí tenemos un problema. Esta propiedad no es factible si se trata de un material covalente. Y por desgracia no podemos ser permisivo con la ligereza, como antes lo fuimos con la resistencia. Es evidente que la extrema fuerza del enlace hará que este material sólido muestre, muy probablemente, una densidad también extrema. Lo que se traducirá en que de liviano no tendrá nada de nada. Por el contrario será muy denso, por tanto, muy pesado y, por ende, poco fácil de manejar. No, visto así, no puede ser covalente. Ya les advertí. Y esto no es todo. Hay más propiedades.

El adamantium es manejable
Muy manejable. Lo que posibilita que se puedan crear armas con él, de hojas extremadamente afiladas y capaces de atravesar cualquier material. Una condición muy valorada en este mundo tan agresivo. Se trata de una de las propiedades mecánicas que tienen ciertos metales y aleaciones, la de la maleabilidad.

Sí, ha leído bien, metales y sus aleaciones. La maleabilidad es una propiedad que exige que los enlaces existentes en el material sean no direccionales, para así posibilitar su fácil manipulación, como ocurre con los metales. Pero los del covalente son direccionales. Entonces, tampoco esta propiedad se explica si el adamantium es un material covalente, porque ha de ser un metal. Mal asunto.

Adivino lo que está pensando, ¿hay más propiedades? (Continuará).
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miércoles, 17 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: Batman

En el sello está estampillada su primera portada como protagonista, la de D.C. Comics, Batman nº 1 (1940) de Bob Kane, si bien no es la primera aparición impresa del Hombre Murciélago.

Un superhéroe atípico. Él no nace así. Ni lo hacen las circunstancias. Sencillamente se hace a sí mismo. No tiene superpoderes. Todas sus victorias contra los malvados, las consigue gracias a los conocimientos científico-técnicos que posee y al duro entrenamiento físico al que se somete. Cuerpo y mente. Es todo.

Otro como Ironman, sólo que de otra época.
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viernes, 12 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: Propiedades del Adamantium [2]

(Continuación) Comenzamos esta entrega, con el estudio de las adamantinas propiedades. De entrada nos dicen que es un material indestructible, ligero y manejable. Unas cualidades éstas que bien pueden guardar relación, con algunas propiedades físico-químicas de los materiales. Por lo que pueden ser motivo de análisis científico. Aquí hay faena blogera. También nos hablan de una singular cualidad: su alta capacidad receptora a la magia, que la dota de propiedades no naturales que potencian todas las demás. En esta ocasión, como comprenderán, la ciencia tiene poco o nada que decir.

Pues bien, sin más. Veamos qué cuentan los laboratorios Marvel y lo compararemos con lo que dice la ciencia en la actualidad, acerca de ellas. Así funciona la racionalidad.

El adamantium es indestructible
Según nos dicen, dada su poderosa estructura molecular (estructura que por cierto no describen), el adamantium es en teoría indestructible. Se están refiriendo con el calificativo, a su sobrenatural resistencia para no verse afectado por nada conocido. Por eso resulta ser un material idóneo para la fabricación de armas, armaduras y todo tipo de objetos bélicos propios de estos personajes. Es como aparece, cinco años después de hacerlo en la coraza externa de Ultron, en The Incredible Hule #181 (noviembre, 1974), formando parte ahora del esqueleto y las garras retráctiles del mutante Wolverine.

Pero antes de ver qué dicen disciplinas académicas como ‘Ingeniería mecánica’ e ‘Ingeniería estructural’ al respecto, nos tenemos que detener en un detalle sorprendente. Lo de la indestructibilidad, sólo lo dicen de entrada. Después resulta que no es para tanto, pues hablan de que sí se puede alterar si se emplea un “Reordenador Molecular”. De modo que la misma tecnología responsable de crearlo y moldearlo, es capaz de desintegrarlo, ¿entonces lo de indestructible a qué viene? Sorprendente.

Y más, porque no dicen qué tipo de aparato es, ni cómo funciona, ni cual es su fundamento científico. Nada de nada. Bueno, esto ya no es tan sorprendente, al fin y al cabo es un cómic. No me pregunten qué es este organizador molecular, porque científicamente no existe. Al menos, yo no he oído hablar de él.

Más talones de Aquiles
Y no queda aquí la cosa. El adamantio ha demostrado a lo largo de su historia, tener otros varios talones de Aquiles, en su supuesta resistencia a todo. Puntos débiles en su naturaleza y estructura físico-química, que ponen en duda su status de inalterable indestructible. Veamos algunos.

En cierta ocasión, el Hombre Maravilla logró destruir la cabeza de Ultrón, compuesta de adamantium, con tan sólo concentrar sus poderosos golpes en esta parte del robot. Otro incidente, que cuestiona la invulnerabilidad adamantina, tiene que ver con Hulk. En Ultimates vol 1. #5, La Masa logra romper una aguja hecha de adamantium, y no sería ésta su única travesura. En el primer número de la miniserie Ultimate Wolverine vs. Hulk, éste lo parte por la mitad. Le arranca ambas piernas a Wolverine en el fragor del combate ¡No puede ser!, me dirá usted ¡Su esqueleto está constituido por el inmutable adamantium! No podrá ser, pero es.

Aunque hay que decir que, en esta ocasión, Marvel Comics se porta. Y aunque no ofrece una explicación científica a semejante incongruencia, sí tiene una buena salida. Apunta la idea de que, si bien los huesos son de este material, las articulaciones no. Y por tanto son rompibles. Estarán conmigo en que la salida es buena. Hay que reconocerlo. Todos los anteriores son ejemplos de Mecánica frente a Química.

Y otros más

También los hay de Electromagnetismo frente a Química. Magneto, el mutante dueño y señor del magnetismo, deja en evidencia la indestructibilidad adamantina al mostrar su control sobre ella. Lo consigue conectándose con el esqueleto de Wolverine y elevando, mediante el efecto Joule, su temperatura. Lo suficiente como para licuar el adamantium. Después se limita a extraérselo, dejándolo como un simple humano. Simple y sencillo.

Y como ya sabemos por anteriores entregas, el vibranium del escudo del Capitán América es otro material que es capaz de destruir el adamantium. En concreto, el vibranium de la Antártida produce unas radiaciones que funden todos los metales, incluido el adamantium.

Como podemos ver, la propia Marvel es la primera que se contradice y nos muestra la vulnerabilidad de su adamantium. Un material no tan indestructible. Y a todo esto, ¿qué dice la ciencia? (Continuará)
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miércoles, 10 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: La otra Ley de la Selva


Es la que imponen estotro rey de la selva, Ka-zar, y su corte de acompañantes. Todos ellos personajes secundarios, de discreta popularidad en el universo Marvel. Hizo su primera aparición en Uncanny X-Men vol. 1 #10 (marzo, 1965) y es lo que parece. Una mezcla entre el legendario Tarzán de E. R. Burroughs y algunos personajes del ‘Mundo Perdido’. Una combinación que promete.

Ni que decir que lo creó el tándem de siempre, Stan Lee y Jack Kirby ¡Ah!, y no tiene superpoderes, como tampoco los tiene su espectacular acompañante. Porque donde está Ka-zar, no puede andar muy lejos Shanna la Diablesa. Toda una mujer, no lo duden, que hizo su primera aparición pulp en Shanna the She-Devil #1 (diciembre, 1972).

Por supuesto que en el lote no faltan ni su fiel compañero Zabú, el último tigre ‘dientes de sable’ sobre la Tierra; ni The Plunderer, El Saqueador, su hermano; ni las salvajes tribus perdidas; ni los dinosaurios. Todo cabe en ‘Tierra Salvaje’.


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sábado, 6 de septiembre de 2008


Ciencia y Cine: Adamantium [1]

O adamantio, adamantita o adamantino. Que de todas estas formas es nombrado, en el Universo de superhéroes de ‘Marvel Comics’, este material de ficción dotado, cómo no, de unas propiedades superextraordinarias. Quizás se trate del más popular de todos ellos, muy por encima de vibranium, uru, o carbonadio, entre otros.

Además es utilizado por varios de los personajes marvelianos, sean éstos superhéroes o supervillanos, formando parte tanto de sus equipamientos como de su propia constitución. Lo que se dice un material bien aprovechado. Apareció por primera vez en The Mighty Avengers #66 (julio, 1969), y formaba parte de la coraza externa de Ultron, un malvado robot contra el que combaten Los Vengadores.

Si lo recuerdan no es el primer material de ciencia-ficción que traemos a esta tribuna de ciencia. Antes lo hicimos con la supermánica kriptonita y después con el vibranium de “Capi”. Y como en todas ellas, el supuesto origen, naturaleza, estructura y propiedades físico-químicas del adamantium, plantean ciertas dificultades de verosimilitud desde el punto de vista de la ciencia. Empezamos.

¿Qué es el adamantio?
En el mundo del cómic, como suele ocurrir frecuentemente, el confusionismo científico campea por sus lares. Lo mismo te dicen que es un metal, o una rara aleación (mezcla de metales), o que es el producto resultante de un misterioso proceso químico entre varias resinas sintéticas, de secreta composición y que ha de hacerse en unas condiciones concretas. A saber.

Debe durar exactamente ocho minutos (8 min) y llevarse a cabo a una temperatura de mil quinientos grados Fahrenheit (1500 ºF), que vienen a ser unos ochocientos dieciséis grados Celsius (816 ºC) de nuestra escala o mil ochenta y nueve kelvin (1089 K) de la absoluta o termodinámica. Bien, pero del método ni mus. Es desconocido salvo el detalle de que, y según los laboratorios Marvel, resulta caro, muy caro. Como ven lo que dicen es casi nada.

Yendo a lo que nos interesa, y como le avisé, no hay claridad y la información que se da es casi inútil. De la dichosa reacción química, no dicen nada sobre la naturaleza de las resinas sintéticas (reactivos). Ni llegamos a saber si el adamantium obtenido (producto) es una sustancia simple, un compuesto químico, una mezcla homogénea o una mezcla heterogénea. Tampoco comentan qué tipos de enlaces predominan en su estructura (iónico, covalente o metálico). Y en ningún momento se habla de que exista el elemento químico de nombre adamantio, en la tabla periódica de elementos químicos. O sea, menos que casi nada.

Más información marveliana
Con respecto a las marvelianas clases de adamantium, no vamos a entrar a analizar la variada gama existente: adamantium verdadero, adamantium secundario, adamantium beta, adamantium más, etcétera, por la sencilla razón de que no dicen nada analizable. No es más que verborrea científica, por lo que no le dedicaremos una sola palabra.

De quien sí dicen algo es del producto. Se encuentra en estado líquido, se puede moldear y, una vez solidificado, ya no hay nada en este mundo que lo pueda alterar, modificar o destruir. Por decirlo de alguna forma, el adamantium es indestructible. No hay agente mecánico o térmico, en ningún proceso físico o químico, que pueda con él.

Y aquí nos quedamos. Ésta es toda la información que el cómic ofrece, acerca de la obtención adamantina. Verán que no faltan sombras y sí luces científicas. Pero nada se puede hacer. Bueno, algo sí. No hemos agotado todas las fuentes informativas. Aún nos queda la descripción de sus fabulosas propiedades. No es que sean muchas, pero prometen ¿Cuáles son éstas? (Continuará).


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jueves, 24 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Linterna Verde


Un solo nombre de superhéroe para, en realidad, varios personajes de ficción. Eso es Linterna Verde en las historietas de la compañía DC Comics. Su primera aparición, de la mano del escritor Bill Finger y el dibujante Martin Novell, fue en All-American Comics Nº 16 (julio de 1940).

Como guardián del Universo que es, defiende la justicia y el orden cósmico gracias a un poderoso anillo que le permite controlar el mundo físico; una maravilla tecnológica de cuyo funcionamiento se sabe más bien poco. Habrá que investigar.

Por supuesto que a nuestro superhéroe no le falta un uniforme que llevarse a su atlético cuerpo. Y que en este caso, es de justicia reconocerlo, se trata de un traje de lo más discreto, en dos colores tan solo: verde y gris oscuro. Algo que se agradece. Como nota curiosa, la parte verde del traje está caliente y la parte gris oscura, fría. Qué misterio.

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lunes, 21 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Aprendiendo de los errores (Segunda parte) [21]

(Continuación) Y a todo esto, ¿qué decía el superhéroe? ¿Qué pensaba el joven estudiante de ciencias? ¿Cuál fue su respuesta de Spiderman-Peter Parker? ¿También teórica? No exactamente, bien que… Bueno, lo mejor es que juzguen ustedes mismos.

Parece que el bando bueno aprendió mejor

De entrada son conscientes del error cometido, y saben cómo arreglarlo. En el número 2 de Spider-Man Unlimited de 2004, hay una escena que nos hace concebir esperanzas docentes. Es cuando un limpiador de ventanas de rascacielos tiene la desgracia de caer mientras trabaja, y la fortuna de que nuestro héroe se percate de ello, y se lance rápidamente en pos de él.

Dado que parte con una velocidad inicial suficiente -y que adopta con su cuerpo un buen diseño aerodinámico, que reduce el rozamiento con el aire-, en pocos segundos supera la velocidad de caída del pobre hombre, por lo que pronto está a punto de alcanzarlo. Es cuando piensa (cuatro primeras viñetas):

Primer bocadillo: “Y si me balanceo con él agarrado, la diferencia entre nuestros momentos lineales lo partirá en dos”
Segundo bocadillo: “Primero, tengo que ponerme a su misma velocidad. Entonces agarrarlo y balancearme”
Tercer bocadillo: “Lo pillé”
Cuarto bocadillo: “Ahora hebra de telaraña”

Bien. En teoría, ya desde el primer bocadillo, parece que el asunto está resuelto y claro. Es una cuestión de variación de cantidad de movimiento. Ya lo hemos tratado en anteriores entregas [14] y [16], por lo que no incidiremos en ella. Empero...

… no lo está del todo

Resulta que en la práctica queda alguna que otra cuestión que, si bien no llegan a ser las oscuras sombras del deslizador Duende, al menos son grisáceas penumbras arácnidas. Me refiero, por ejemplo, al método con el que consigue igualar su velocidad a la del limpiacristales (segundo bocadillo).

Como sabemos por Dinámica, sometido a la omnipresente fuerza de la gravedad, Spiderman bajará cada vez más rápido (movimiento uniformemente acelerado, MUA), de modo que sólo la existencia de otra fuerza mayor y en sentido contrario al de caída, le haría perder velocidad (movimiento uniformemente retardado, MUR).

¿Quién o qué origina esa fuerza? ¿Cómo lo consigue? ¿Quizás nuestro propio héroe, modificando la forma de su cuerpo al caer, para así provocar un mayor rozamiento con el aire? ¿Quizás rozando parte de su cuerpo (por ejemplo los pies, véanse viñetas) con la pared del rascacielos mientras cae? ¿Una combinación de las dos? Puede ser. Porque, en cualquier caso, la resultante de las fuerzas (gravitatoria y de rozamiento) podría tener sentido opuesto al de caída y frenarlo. Pero en el cómic no dice nada, de ahí lo de la primera penumbra. Que no es la única.

Más penumbras

También está lo de la forma en la que lo agarra. En la última viñeta se puede ver, que no todo el cuerpo del trabajador está fuertemente asido por el superhéroe. Y esto es un grave inconveniente ya que esa parte no sujeta del cuerpo, sí sufrirá una tensión importante (hay que considerar el extra dinámico que supone el efecto centrípeto, entrega [12]), causante del cambio de momento lineal y posible origen de alguna lesión al “limpia”, como ya ocurriera con la desdichada Gwen (entrega [17]). Un mal asunto, aunque no el peor.

No debemos olvidarnos de la supuesta superfuerza del brazo de Spiderman, que es el que sostiene y balancea a ambos, por el simple hecho de haber sido picado por una araña ¿Recuerdan la ley cuadrado-cúbica de Galileo? Más que grave, éste puede ser un inconveniente insalvable que habrá que tratar a fondo en otra ocasión.
Y por último, en esa misma viñeta, Spiderman, le hace a su acompañante un comentario poco acertado.

Quinto bocadillo: “Agárrate. Estaremos en el suelo en un pis-pas”

O antes de que cante un gallo, como se suele decir también. Un error de cálculo. Lo digo porque si, para simplificar, consideramos al sistema hebra de telaraña-cuerpos un péndulo simple de longitud cincuenta metros (50 m), su periodo de oscilación vendrá dado por la expresión:
que en nuestro caso tomará el valor, si g = 10 N/kg, de : T = 14 s

Es decir, que tarda catorce segundos en cada oscilación, por lo que si suponemos que, debido al rozamiento pendular, al menos darían unas diez oscilaciones antes de pararse (un cálculo a la baja), esto significa que tendrían que transcurrir entre dos y tres minutos para que la pareja tocara suelo. Lo que no es precisamente un pis-pas.

Máxime si ese tiempo lo mide uno cuando se está balaceando a una altura de varias decenas de metros, abrazado con toda su fuerza a un desconocido que, para colmo, va vestido con una ajustada malla azul y roja y lleva una máscara por tocado, cubriendo su rostro. Una cuestión de tiempo relativo que diría el físico. (Continuará).
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jueves, 17 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Cuarenta años nos contemplan


Si bien en el número 39 de ‘Tales of Suspense’, marzo de 1963, hizo su primera aparición, no fue hasta cinco años más tarde, en mayo de 1968, que pudo estrenar título propio: ‘The Invincible Iron Man’. Y ésta fue la portada que se escogió para el sello.

En este número el Hombre de Hierro se enfrentaba a la temible organización IMA, algo así como Ideas Mecánicas Avanzadas, y lucía la versión clásica de su modelo de armadura roja y dorada. Una entre tantas.

Aún hoy es difícil determinar el número total de diseños, que este personaje ha utilizado a lo largo de los muchos años que ya convive entre nosotros. Siempre en función del desarrollo tecnológico del momento y los criterios estéticos de la época. Ciencia y Arte. Ironman y Stark.
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lunes, 14 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Aprendiendo de los errores (Primera parte) [20]

(Continuación) La publicación de la carta del profesor Kakalios en la revista Wizard, con el razonamiento científico de la verdadera causa de la muerte de Gwen, fue la primera pero no la única prueba de que el mundo del cómic aprendía de sus errores. También se montaron en el carro de las correcciones los propios protagonistas, aunque con suerte desigual.

El primero que dice haber aprendido

Dos años más tarde de la carta, en agosto de 2002, y en el número 45 de Peter Parker: Spiderman, era el malvado Duende Verde el que se apuntaba al grupo de “neoestudiantes de ciencias”, en este caso de Física. Pero como gran supervillano, sus intenciones no les iban a la zaga y éstas eran perversas y malevas.

Como quería dañar a Spiderman, aunque sólo fuera psicológicamente, no se le ocurrió otra cosa que mandar a los medios de comunicación un vídeo grabado de la caída y muerte de Gwen. Un vídeo que Peter tuvo que ver en la televisión, en la soledad de su cuarto. Solo, como siempre. Desgarrador.

Con él pretendía un doble propósito. De un lado, mostrarse como inocente de esa muerte, como si no lo conociéramos y supiésemos lo que hizo. Y de otro, dejar al superhéroe como un estúpido e inexperto salvador. Por si no puede leer en el bocadillo de la imagen sus palabras, les transcribo el mensaje duendil.

Primer bocadillo: “Al darme cuenta de que la chica había caído, corregí el rumbo de mi deslizador en un intento por salvarla. Empecé un descenso inmediato”

Segundo bocadillo: “Pero antes de que tuviera posibilidad de alcanzarla, el Hombre Araña hizo algo increíblemente estúpido: a pesar de la velocidad de su caída, decidió atraparla con esa red de goma suya. En el instante siguiente su cuello crujió como una rama podrida”.

Tercer bocadillo: “Si yo fuese el marido o novio de esa chica, nunca perdonaría a ese maniático enmascarado por lo que hizo. Spiderman mató a esa pobre chica, tan seguro como que yo estaba allí antes que usted”.

Como pueden ver sus intenciones no dejan lugar a duda. Quería hacer daño y sabía dónde y cómo hacerlo. Por eso hurgaba allí donde la herida iba a sangrar más. Pobre Peter. Sí, parece que el criminal había aprendido la lección.


Pero bien visto

No es así. Si se fijan bien en sus palabras, en ningún momento especifica cómo la pensaba salvar. No, no dice nada. Si quieren que les diga mi opinión, no tengo nada claro que el Duende supiera cómo hacerlo. Demuestra que se ha dado cuenta de su inicial ignorancia física -la de que por el mero hecho de caer, una persona muere-. También de que la súbita parada que Spiderman le origina a Gwen al atraparla, con la consiguiente variación de su cantidad de movimiento, es mortal de necesidad.

Sí, pero él no ofrece ninguna solución acorde a la ciencia, para su salvación. Algo de teoría y nada de práctica, ésa es la única aportación del volandero verde. Quedan por tanto deslizantes sombras sobre sus conocimientos científicos. No hay que olvidar que es un genio, pero del mal. Un científico demomaníaco.

Música y cómic

No es que pretenda fundamentar una tesina, sobre la posible influencia del cómic en la música independiente, pero lo cierto es que la doble puntada musical de la entrega [18], ha tenido continuación. He detectado otra referencia a Spiderman en un tema del “indie pop patrio”. Se trata de “Un buen día”, la segunda canción del disco “Unidad de desplazamiento” (2000) de Los Planetas. Ahí tienen la estrofa de marras:

He estado durmiendo hasta las seis
y después he leído
unos tebeos de Spiderman,
que casi no recordaba.
Y he salido de la cama.

(Continuará)
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miércoles, 9 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Hulk gris


Aunque su versión más famosa es la verde, la Masa no siempre tuvo ese color. Es más, de hecho nació gris. Así fue como Stan Lee concibió a este superhéroe, poco favorecido desde el punto de vista físico y bastante incomprendido desde el psicológico.

Un grisáceo y grotesco personaje capaz de captar la imaginación de los lectores, a pesar de esas limitaciones. Ésa fue la apuesta del gran hacedor del mundo del cómic, allá por mayo de 1962. Casi un reto poético.

Lo del color verde tuvo bastante más de prosaico. Sencillamente la fabricación del color gris le dio problemas a la imprenta (no me pregunten cuales ya que los ignoro), por lo que sugirieron que cambiara a otro más fácil de lograr. Él propuso el verde y le dijeron que bien, y verde se quedó. La causa de esta elección sí la sé. No había ningún superhéroe en ese tono. Así de sencillo.
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domingo, 6 de julio de 2008


Ciencia y Cine: De “nerd” a superhéroe pasando por “wrestling” [19]

(Continuación) La controversia sobre si lo que mató a Gwen fue la caída gravitatoria o la red arácnida, pervivió entre los aficionados a los cómics hasta finales del siglo XX. Buena prueba de ello es que el ejemplar de enero de 2000 de la revista Wizard, la mostraba como una de las grandes cuestiones sin respuesta todavía.

Lo que hizo que el profesor James Kakalios mandara a su editor una carta, donde daba cumplida y científica respuesta a tan luctuoso asunto. La mataron entre la maldad del Duende Verde, la inexperiencia rescatadora de Spiderman, el despiste físico de Peter Parker, eso sí ambos de forma involuntaria y, qué duda cabe, las inexorables leyes de la naturaleza física. Nadie dijo nunca que ejercer de superhéroe fuera fácil. No. Y máximo cuando se es un “nerd”.

De “nerd” a…

“Nerd” es un término usado en la ciencia ficción, especialmente en la estadounidense, y que en su connotación negativa se emplea para designar a personas inteligentes, con altas calificaciones académicas, pero con un carácter tímido y retraído. Unas particularidades que les hacen ser poco sociables y, por ende, el centro de las burlas de los demás. Eso es lo que es Peter Parker en el instituto.
Huérfano de madre y padre, escasamente popular, apocado, con apuros económicos, indeciso. Poquita cosa, vamos. Y encima lleva gafas de concha y prefiere estudiar ciencias antes que jugar al fútbol. Lo que aquí decimos un empollón. O sea, sin remedio. Por eso el capitán del equipo de fútbol se mete con él y las chicas no le hacen ni caso. Ni la dulce compañera de estudios Gwen, ni la picante vecina Mary Jane. Nadie.

Sólo tiene un amigo, Harry Osborn, otro que tal anda aunque éste por otras causas ya sabidas. Pero que hacen bueno lo que se ha dado en llamar el ‘Síndrome de Peter Parker’, que por no extendernos lo resumimos en una frase: “El mundo es un pañuelo”. Toda una sinopsis de las andanzas del homo-arácnido.

“wrestling” para…

En estas estamos cuando la famosa araña -otrora radiactiva, ora mutante genética- va y le pica. Y con la picadura, los fenomenales superpoderes: lanzar telarañas, subir por las paredes, tener una fuerza descomunal proporcional a la de las arañas, poseer un sexto sentido avisador de peligros, etc. De joven enclenque a poderoso superhumano, por la simple acción de una picadura ¿No es maravilloso? ¿Qué habría hecho usted en esas circunstancias? Pues muy probablemente lo que hizo él: aprovecharse de ellas en beneficio propio ¿Y cómo?

No sé usted, a nuestro hombre no se le ocurrió otra cosa que dedicarse a la lucha libre, al “wrestling”, para ganar dinero. Claro que se tuvo que poner a tono con la parafernalia de ese mundo: se hizo un disfraz y se puso de apodo “El asombroso hombre araña”. Bueno, estas cosas son así.

Por supuesto que ni asomo de pensar en defender la justicia o librar al mundo de pillos y truhanes ¡Como si no tuviera él suficientes problemas! La caridad bien entendida empieza por uno mismo, dicen.

…llegar a superhéroe

Es lo que pensó cuando, a la salida de un combate, pudo detener a un ladrón que huía y no lo hizo. Una fatal circunstancia que desencadenó el nacimiento del superhéroe, ya que ese mismo ladrón resultó ser el posterior asesino de su tío Ben en un desgraciado robo. Es en esta fase de la evolución del personaje, cuando nace otra de sus frases famosas, la preferida de su tío: “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Es cuando se percata de su razón e importancia, y decide poner el primero al servicio de la segunda. Dedicará su vida a combatir el crimen. Lo que en la ciencia psicológica llamarían una “paradoja de la adolescencia”.

En esencia éste es el origen de nuestro superhéroe y, estarán conmigo que no es, ni por asomo, parecido al de otros ya conocidos. No es uno cualquiera, al uso. Si acaso puede tener puntos en común con Batman, pero nada que ver con su componente onírico. Spidey es más normal, más de andar por casa.

Un inciso científico

Al comentar más arriba los fantásticos superpoderes, he citado el de tener una fuerza descomunal proporcional a la de las arañas. Y no debo escribir un renglón más sin hacer una precisión. Si una araña que mide de alto unos 2 mm, es capaz de saltar 1m de altura, lo que viene a ser quinientas (500) veces su tamaño, Spiderman, que mide, pongamos 1,70 m, podrá saltar 850 m ¿Mucho, no?

No tengo en el momento que escribo estas líneas los datos delante pero, para mí que, ni Superman. Habrá que echar números. Pero no es ésta la precisión que quería hacerles, al fin y al cabo sólo es ciencia-ficción. La cuestión es saber si se trata de buena ciencia-ficción. Ya conocen mi manía de meter la ciencia en todo.

¿Tiene algo que decir la “ley cuadrado-cúbica” enunciada en 1600 por Galileo Galilei? (Continuará).
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martes, 1 de julio de 2008


Ciencia y Cine: Supergirl


Procede de Krypton como Superman, de quien es prima. Es la segunda sobreviviente del destructivo proceso radiactivo y la lluvia de meteoritos que sufrió el planeta. Siempre rubia y guapa, tiene en su uniforme el escudo con la “S”, si bien el resto es algo diferente al de su primo, y además lo cambia con más asiduidad. Ya me entienden. Los guionistas debieron pensar que “las cosas de las chicas” no cambian con el planeta de procedencia. Que son universales.

Efectuó su primera aparición con Superman en ACTION COMICS # 252, de mayo 1959. De su propia boca nos enteramos que se llama Kara y que es hija del científico Zor-El, hermano de Jor-El y padre de Superman. Proviene de una ciudad llamada Argo City, que salió despedida entera en un fragmento del planeta Krypton cuando éste estalló.
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domingo, 29 de junio de 2008


Ciencia y Cine: De la muerte de Gwen Stacy (Sexta Parte) [18]

(Continuación) Dejamos al atribulado superhéroe con su más que comprensible dolor anímico por la pérdida del ser amado, y su no menos incomprensible ignorancia física del fenómeno mecánico causante de la muerte. Lo hacemos para centrarnos en la reacción de los lectores.

Que la muerte de Gwen -guapa, cariñosa, inteligente,… la novia perfecta para muchos-, a manos del Duende Verde representó, en ese momento, un duro golpe moral para todos los seguidores del cómic, ya hemos dado cumplida cuenta. Ahora bien, ¡qué ha quedado de ese dolor, con el paso del tiempo!

Pues la verdad que no mucho. Al fin y al cabo sólo es ficción y, en la vida real, cada cual tiene ya sus propias cuitas. Aunque rebuscando he encontrado un par de detalles musicales, más o menos actuales.

La canción de Gwen

Es un balada dedicada a su muerte de título: ‘Gwen Stacy’. Aparece en el primer disco (2003) de La Costa Brava, titulado ‘Déjese querer por una loca’. Ni que decir que su autor es un lector de cómics desde pequeño y que los heredó de su hermano mayor. Como muchos. Cuenta que la compuso una tarde de 1998 con su guitarra y que la grabó en un "cuatro pistas", ya me entienden. Desde entonces la lleva en sus conciertos. Creo que no he comentado que Gwen hizo su primera aparición en The Amazing Spider-Man #31 (diciembre de 1965), con su rubio cabello rubio y aspecto de niña buena. La letra dice:

Gwendy al caer no pudo aguantar el shock,
y fui vencido por primera vez.
Colgada en mi red no pudo aguantar el shock
y bajo un puente todo terminó.
Gwendy al caer,
Gwendy al caer...
El Duende escapó llevándose la mitad
de mi vida en su patín.
Todas mis victorias no tienen ningún valor
desde que fui vencido por primera vez.
Gwendy al caer,
Gwendy al caer...

Un nombre de mujer para una canción. Algo relativamente frecuente en el mundo de la lírica. Ya no lo es tanto que el nombre se emplee para un conjunto musical. Como es el caso. Hay una banda de Hardcore Metal, fundada en el año 2004 cuyo nombre es Gwen Stacy. No sé mucho de su música, creo que son estadounidenses. Ignoro también el motivo de llamarse así. Lo siento.

Hilos de seda, enlaces de hidrógeno

Recientísimos estudios (abril, 2008) han encontrado la causa de las enormes tensiones que son capaces de aguantar los hilos de seda de las arañas. Tiene que ver con la configuración geométrica de las proteínas que constituyen los débiles enlaces de hidrógeno que estructuran los hilos.

Cuando se agrupan en racimos o nudos de tres o cuatro de estos enlaces de hidrógeno, la resistencia de toda la estructura se hace sorprendentemente grande. Mucho más que el acero. Pero han de ser racimos de tres o cuatro. No de uno o dos enlaces. Ni más de cuatro. En ambos casos la resistencia de la estructura se reduce bastante. Se desconocen los motivos. Por lo que hay que seguir investigando.

Este nuevo conocimiento, de cómo la configuración de una proteína incrementa la fuerza de un material, podría ayudar a crear otros nuevos con multitud de aplicaciones. También podría tener consecuencias sobre las investigaciones acerca del tejido muscular y de las fibras amiloides presentes en el tejido cerebral.

Parece ficción pero no lo es. Y aunque lo fuera, la ficción es como una tela de araña. En todo momento está sujeta a la vida, pero casi siempre de una forma ligera. Ligera pero perceptible, hay que aprender de los errores. (Continuará)
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miércoles, 25 de junio de 2008


Ciencia y Cine: ¡Hulk, qué miedo!


Hasta en el sello asusta el gigantesco monstruo verde. Otro superhéroe que la Marvel ha decidido rentabilizar, en esa carrera cinematográfica que ha emprendido en solitario, con su propio sello: Marvel Studios. Últimas tecnologías y efectos digitales al servicio de la acción en pantalla.

Del cómic juvenil al cine “de palomitas”, pasando por la estafeta de correos. Cultura en evolución.

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