(Continuación) Desde el punto de vista de la ciencia hay varias dificultades para entender el comportamiento de este material. Hemos de saber que la resistencia de cualquier material depende no sólo, ni tanto, de la clase de átomos que lo forman, como del tipo de enlace mediante el que están unidos.
Conforme más fuerte sea este enlace, más resistente será el material. Y como se trata de un material muy resistente, sus átomos estarán unidos por el enlace más fuerte conocido. Luego el adamantium ha de ser…
Según este modelo de enlace covalente, los electrones compartidos están fuertemente retenidos en las regiones internucleares de los átomos enlazados, atraídos electros¬táticamente por las cargas positivas de los núcleos. No se pueden mover de ahí, por lo que se dice que están localizados. Y sus uniones, los enlaces covalentes, se producen en una dirección única, lo que se conoce como enlaces direccionales.
Pues ya está. Si es covalente, que es lo que en principio parece estar claro, se podría explicar la primera de las propiedades comentadas: su legendaria resistencia, que ya no indestructibilidad. Un fenómeno que vendría derivado de la inmovilidad de sus electrones de enlace y de la extremada fuerza de unión entre sus átomos. Bien, tampoco es así exactamente, pero seremos algo permisivo con esta propiedad, y pasaremos de puntilla por ella. Al menos por ahora, aunque ya adelantamos que no se conoce ninguna sustancia covalente con tal valor de resistencia. Pero bueno, el adamantium, de existir, tendría que ser una sustancia covalente. Veamos otra propiedad.
Y aquí tenemos un problema. Esta propiedad no es factible si se trata de un material covalente. Y por desgracia no podemos ser permisivo con la ligereza, como antes lo fuimos con la resistencia. Es evidente que la extrema fuerza del enlace hará que este material sólido muestre, muy probablemente, una densidad también extrema. Lo que se traducirá en que de liviano no tendrá nada de nada. Por el contrario será muy denso, por tanto, muy pesado y, por ende, poco fácil de manejar. No, visto así, no puede ser covalente. Ya les advertí. Y esto no es todo. Hay más propiedades.
Sí, ha leído bien, metales y sus aleaciones. La maleabilidad es una propiedad que exige que los enlaces existentes en el material sean no direccionales, para así posibilitar su fácil manipulación, como ocurre con los metales. Pero los del covalente son direccionales. Entonces, tampoco esta propiedad se explica si el adamantium es un material covalente, porque ha de ser un metal. Mal asunto.
Adivino lo que está pensando, ¿hay más propiedades? (Continuará).
Conforme más fuerte sea este enlace, más resistente será el material. Y como se trata de un material muy resistente, sus átomos estarán unidos por el enlace más fuerte conocido. Luego el adamantium ha de ser…
… Un material covalente
Sabemos que el más fuerte de los conocidos es el enlace covalente. Por él los átomos se unen entre sí debido al hecho de compartir sus electrones de la capa más externa. De esta manera cada par de electrones (2e-) supone un nexo de unión entre ellos o enlace covalente, y a las sustancias así formadas se las denomina sustancias covalentes.Según este modelo de enlace covalente, los electrones compartidos están fuertemente retenidos en las regiones internucleares de los átomos enlazados, atraídos electros¬táticamente por las cargas positivas de los núcleos. No se pueden mover de ahí, por lo que se dice que están localizados. Y sus uniones, los enlaces covalentes, se producen en una dirección única, lo que se conoce como enlaces direccionales.
Pues ya está. Si es covalente, que es lo que en principio parece estar claro, se podría explicar la primera de las propiedades comentadas: su legendaria resistencia, que ya no indestructibilidad. Un fenómeno que vendría derivado de la inmovilidad de sus electrones de enlace y de la extremada fuerza de unión entre sus átomos. Bien, tampoco es así exactamente, pero seremos algo permisivo con esta propiedad, y pasaremos de puntilla por ella. Al menos por ahora, aunque ya adelantamos que no se conoce ninguna sustancia covalente con tal valor de resistencia. Pero bueno, el adamantium, de existir, tendría que ser una sustancia covalente. Veamos otra propiedad.
El adamantium es ligero
La anteriormente comentada idoneidad guerrera del adamantium, se ve incrementada con otra de las propiedades ya que, según parece, se trata de un material liviano. Una cualidad que le confiere ligereza a los objetos que se construyan con él. De modo que, al ser menos pesados que los construidos con acero o hierro, darán ventaja a sus dueños. Aunque no lo mencionan, la idea es que el adamantium es un material de baja densidad.Y aquí tenemos un problema. Esta propiedad no es factible si se trata de un material covalente. Y por desgracia no podemos ser permisivo con la ligereza, como antes lo fuimos con la resistencia. Es evidente que la extrema fuerza del enlace hará que este material sólido muestre, muy probablemente, una densidad también extrema. Lo que se traducirá en que de liviano no tendrá nada de nada. Por el contrario será muy denso, por tanto, muy pesado y, por ende, poco fácil de manejar. No, visto así, no puede ser covalente. Ya les advertí. Y esto no es todo. Hay más propiedades.
El adamantium es manejable
Muy manejable. Lo que posibilita que se puedan crear armas con él, de hojas extremadamente afiladas y capaces de atravesar cualquier material. Una condición muy valorada en este mundo tan agresivo. Se trata de una de las propiedades mecánicas que tienen ciertos metales y aleaciones, la de la maleabilidad.Sí, ha leído bien, metales y sus aleaciones. La maleabilidad es una propiedad que exige que los enlaces existentes en el material sean no direccionales, para así posibilitar su fácil manipulación, como ocurre con los metales. Pero los del covalente son direccionales. Entonces, tampoco esta propiedad se explica si el adamantium es un material covalente, porque ha de ser un metal. Mal asunto.
Adivino lo que está pensando, ¿hay más propiedades? (Continuará).
2 comentarios en Ciencia y Cine: Más propiedades del Adamantium [3]:
Hola Carlos! no sabia que tambien estuvieses en los blogs, bastante curiosas y entretenidas tus entradas aquí, nose si te acordaras de mí, soy Juan Gabriel Jaén, el del caso de "repetir con filosofía" y aprobar contigo hará 2 o 3 años jajaja, un abrazo!
Si tengo algun dibujo de superheroes no dudaré en mandarlo.
Saludos!
Hola, claro que me acuerdo de tí, estuvistes en 2º en el curso 2004-2005.
Me ha alegrado mucho que escribieras y me gustaría saber qué estás haciendo. Ya me contarás.
En lo que respecta al blog de superhéroes yo llevo sólo una categoría, la de Ciencia y Cine. Gracias por tus palabras.
Por si te interesa tengo un blog llamado enroquedeciencia.es que está más dedicado a la divulgación científica. Espero que te guste.
Hasta cuando quieras Juan
Saludos
Carlos Roque Sánchez
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