Atención

El blog ha cambiado de dirección. En breves segundos serás redireccionado a la nueva dirección. Si no te carga automáticamente, haz clic aquí: http://blogdesuperheroes.es/

Atención


domingo, 25 de febrero de 2007


Ciencia y Cine: Superhéroes encantados de serlo [1]

A finales de los años cincuenta y década de los sesenta del pasado siglo XX (Edad de Plata de los cómics), los superhéroes de DC Comics estaban más que perfilados. Eran adultos, con personalidades ya formadas, y psicológicamente maduros. Personas hechas y derechas, lo que permitía que todo el desarrollo de la trama aventurera del cómic se centrara en la lucha del superhéroe con los villanos de turno. Eso era lo que interesaba en aquella época. La acción por la acción.

Se trataba de unos superhéroes que habían adquido sus poderes de una forma un tanto increíble, esa es la verdad. Aunque tampoco lo es menos, el hecho de que el asunto en sí no parecía importarle lo más mínimo al lector. Lo que sí era importante es que los superhéroes no tenían ninguna duda en que debían utilizarlos y que, además, sabían cómo hacerlo. Los habían recibido para combatir el crimen y debían salvaguardar a la humanidad de cualquier mal. Era lo natural, lo esperable en ellos. Para eso eran hombres y mujeres portadores de una ética insobornable y una moral intachable. Entre sus filas, seguro que los conoce: Superman, Flash, Aquaman, la Mujer Maravilla, Batman, etc. Todos encantados de haberse conocido, felices de ser como eran. Y, claro, sin ningún inconveniente en ponerse unos uniformes de vistosos colores (azul, rojo, verde y amarillo), enfundarse en apretadas y llamativas mallas y ponerse sugestivos antifaces. En fin, dejaremos este asunto aquí. Al menos por ahora.

Y otros que no lo están tanto

Pero las cosas iban a cambiar para la DC Comics. De eso se encargó su principal competidor, la entonces Timely y posteriormente Marvel Comics. Y el cambio le vino de donde menos lo esperaban. No del superhéroe, sino del humano. Si hay algo que va a diferenciar a los personajes de la DC de los de Marvel, es que éstos son unos seres desgraciados con sus superpoderes, mejor dicho, unos infelices debido a ellos. Con amargura, se quejan de que no han tenido suerte. Ninguna. En absoluto.

No ven sus superpoderes como una bendición de los dioses. Por el contrario, se lamentan de su mala suerte. De hecho deploran sus destinos personales. No hay más que pensar en Hulk, en algún que otro componente de la Patrulla X o en La Cosa de Los Cuatro Fantásticos. Por ejemplo, el bueno de Ben Grimm, cuando la radiación cósmica lo convierte en esa enorme y anaranjada complexión rocosa conocida como La Cosa, no salta precisamente de alegría. Está de todo, menos encantado con su fuerza sobrehumana y su aspecto físico. Deplora y maldice, una y otra vez, el hecho de convertirse en un bloque andante. No hay nada que desee más que volver a ser Ben. Y así toda la zaga marveliana de superhéroes. Ésa es la diferencia con la pandilla de DC. Bueno, una de las diferencias, la primera.

Si bien el lamento es una característica común a todos ellos, no se equivoque. Si hay un superhéroe, en la galaxia de los cómics, que esté más descontento que ninguno con su circunstancia. Uno que se queje más que nadie, con diferencia. Uno que se lamente de su destino en la vida, hasta la extenuación. Éste no es otro que... Spiderman.

Unos superhéroes distintos

Mas vayamos por parte, que principio quieren las cosas. Estamos a comienzos de la década de los sesenta, del siglo XX. Un aspirante a escritor, uno más, mientras lo consigue, se gana la vida en la empresa Timely, propiedad del marido de una prima suya. Escribe guiones de cómics de superhéroes y, aunque su nombre es Stanley Lieber, los firma bajo el seudónimo de Stan Lee. Lo cierto es que no le va mal. Acaba de crear un grupo de superhéroes muy novedoso para la época, los 4 Fantásticos, que han sido acogidos muy bien por el público. Después vendría El increíble Hulk y otros más. No, nada mal. Pero a Stan Lee le ronda una idea por la mente. Quiere crear un superhéroe distinto a todos. Un personaje atípico, que rompa con los moldes establecidos. Y se lo imagina. (Continuará)

Escrito por Carlos Roque Sánchez croque@supercable.es

Noticias Relacionadas:

Ciencia y Cine: Spiderman, un superhéroe atípico
Ciencia y Cine: El superhéroe más desgraciado

1 comentarios en Ciencia y Cine: Superhéroes encantados de serlo [1]:

Anita dijo...

siemrpe he querido verme la serie de star trek pero entre uans cosa sy otras... a ver si me dewcido, ¡divertido tu blog¡

Publicar un comentario