Una extraordinaria historia de amor que transcurre durante la segunda guerra mundial, cuando los nazis dominaban Europa y miles de refugiados huían del yugo alemán. Muchos lo hacían a través de Casablanca. Como el matrimonio formado por el líder de la resistencia francesa Victor Laszlo (Paul Henreid) y su esposa Ilsa Lund (Ingrid Bergman). Una vez en la ciudad, y como otros muchos también, van al “Rick`s Café Americain”, en busca del contacto que les proporcione un salvoconducto. El negocio es propiedad de Rick Blaine (Humphrey Bogart) y en él, su inseparable amigo Sam (Dooley Wilson) toca el piano todos los días. Por supuesto, el corrupto prefecto de policía, Louis Renault (Claude Rains), acude con frecuencia. Sabe lo que se cuece en el mismo. Un grupo peculiar de superhéroes. Una combinación explosiva de sentimientos.
En el Rick´s, Ilsa y Rick se reencuentran. Años atrás fueron amantes y ella lo abandonó. Sin darle ninguna explicación. A pesar de que se amaban. Incomprensible. Un misterio de amor en medio del caos de la guerra. Ha pasado el tiempo, y ella aparece como la señora Laszlo. La mecha está encendida. Aunque él, herido de amor, se ha construido una nueva vida y ella, ahogado su amor por él, se resigna a ser el fiel apoyo de su esposo, entre ellos nada ha cambiado.
Desde la primera escena en que aparecen juntos, todos sabemos que lo suyo, a pesar de los años, sigue vivo. Que por mucho que lo nieguen, los rescoldos de la pasada pasión, han vuelto a avivarse. La leña vuelve a arder. Casablanca. La película de una historia de amor perdido, reencontrado y destinado a perderse otra vez. Casablanca. El mito hecho cine. Una película magnífica.
Con unos diálogos insuperables
RENAULT: Pero, ¿porqué demonios vino a Casablanca?
RICK: Mi salud. Vine a Casablanca a tomar las aguas.
RENAULT: ¿Qué aguas? ¿Las del desierto?
RICK: Bueno, me informaron mal.
ILSA: Rick, ¿quién es?
RENAULT: Bueno, está usted en Rick`s, y Rick es ... un hombre del que yo me enamoraría si fuera mujer. Un ser extraño, misterioso. Así veo yo a Rick. Pero, qué estupidez hablar a una bella mujer de otro hombre.
RICK: De todos los cafés del mundo, tuvo que elegir el mío.
ILSA: El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.
RICK: Un día así no se olvida.
ILSA: No.
RICK: Los alemanes iban de gris y tú ibas vestida de azul.
ILSA: ¿Ha sido un cañonazo o el corazón que me late?
RICK: Si no subes a ese avión, te arrepentirás. Quizás hoy no, quizás mañana tampoco, pero pronto lo harás y para el resto de tu vida.
ILSA: ¿Y nuestro amor no importa?
RICK: Siempre nos quedará París. No lo teníamos, lo habíamos perdido. Pero lo recuperamos anoche.
Unos superhéroes con unos diálogos magníficos. Ya les advertí. Unos diálogos que forman parte de nuestras vidas.
Y unas anécdotas estupendas
Algunas inciertas. Como la de que el guión era escrito día a día o que nadie en el rodaje conocía el desenlace de la trama. Nada de eso. El guión estaba elaborado desde el primer día hasta el último, si bien el director, Michael Curtiz, insinuó desconocer su final. Una forma como otra, de mantener en tensión a los actores.
A pesar de lo que se dice, tampoco es cierto que se filmara en Marruecos. La película se rodó íntegramente en unos estudios de Hollywood. Pero tan extendida estuvo la credulidad de que se hizo en Casablanca, que esta ciudad se llenaba de turistas deseosos de entrar en el bar de Rick. Un bar que no existía. Que nunca había existido. En vista de la situación, el ayuntamiento, con buen criterio turístico, construyó los dos bares, el de Rick, y el de la competencia, el “Blue Parrot”, y todos los turistas satisfechos.
Hay otra credulidad errónea. La famosa frase de “Tócala otra vez, Sam” nunca es pronunciada por Bogart. En realidad la frase es “Tócala, Sam. Toca ‘El tiempo pasará`” y la dice Ingrid Bergman. Además Wilson, el cantante pianista, sólo la canta y finge tocarla, pues no era pianista. El acompañamiento del instrumento hubo que incorporarlo después.
Por último, sin comentario a la opinión de algunos sobre la última frase de la película “...este puede ser el principio de una gran amistad”. Para ellos es la confirmación de que Casablanca, es una de las primeras películas sobre homosexuales. En fin. Ya saben lo de la infinitud y la estupidez.
Casablanca, una película ganadora de tres Oscar, una grande entre las grandes del celuloide. “As Time Goes By”, una maravilla de tema musical que nos lleva del presente al pasado, para traernos de vuelta al presente, ahogándonos en el whisky de la nostalgia.
Escrito por Carlos Roque Sánchez croque@supercable.es
En el Rick´s, Ilsa y Rick se reencuentran. Años atrás fueron amantes y ella lo abandonó. Sin darle ninguna explicación. A pesar de que se amaban. Incomprensible. Un misterio de amor en medio del caos de la guerra. Ha pasado el tiempo, y ella aparece como la señora Laszlo. La mecha está encendida. Aunque él, herido de amor, se ha construido una nueva vida y ella, ahogado su amor por él, se resigna a ser el fiel apoyo de su esposo, entre ellos nada ha cambiado.
Desde la primera escena en que aparecen juntos, todos sabemos que lo suyo, a pesar de los años, sigue vivo. Que por mucho que lo nieguen, los rescoldos de la pasada pasión, han vuelto a avivarse. La leña vuelve a arder. Casablanca. La película de una historia de amor perdido, reencontrado y destinado a perderse otra vez. Casablanca. El mito hecho cine. Una película magnífica.
RENAULT: Pero, ¿porqué demonios vino a Casablanca?
RICK: Mi salud. Vine a Casablanca a tomar las aguas.
RENAULT: ¿Qué aguas? ¿Las del desierto?
RICK: Bueno, me informaron mal.
ILSA: Rick, ¿quién es?
RENAULT: Bueno, está usted en Rick`s, y Rick es ... un hombre del que yo me enamoraría si fuera mujer. Un ser extraño, misterioso. Así veo yo a Rick. Pero, qué estupidez hablar a una bella mujer de otro hombre.
RICK: De todos los cafés del mundo, tuvo que elegir el mío.
ILSA: El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.
RICK: Un día así no se olvida.
ILSA: No.
RICK: Los alemanes iban de gris y tú ibas vestida de azul.
ILSA: ¿Ha sido un cañonazo o el corazón que me late?
RICK: Si no subes a ese avión, te arrepentirás. Quizás hoy no, quizás mañana tampoco, pero pronto lo harás y para el resto de tu vida.
ILSA: ¿Y nuestro amor no importa?
RICK: Siempre nos quedará París. No lo teníamos, lo habíamos perdido. Pero lo recuperamos anoche.
Unos superhéroes con unos diálogos magníficos. Ya les advertí. Unos diálogos que forman parte de nuestras vidas.
Algunas inciertas. Como la de que el guión era escrito día a día o que nadie en el rodaje conocía el desenlace de la trama. Nada de eso. El guión estaba elaborado desde el primer día hasta el último, si bien el director, Michael Curtiz, insinuó desconocer su final. Una forma como otra, de mantener en tensión a los actores.
A pesar de lo que se dice, tampoco es cierto que se filmara en Marruecos. La película se rodó íntegramente en unos estudios de Hollywood. Pero tan extendida estuvo la credulidad de que se hizo en Casablanca, que esta ciudad se llenaba de turistas deseosos de entrar en el bar de Rick. Un bar que no existía. Que nunca había existido. En vista de la situación, el ayuntamiento, con buen criterio turístico, construyó los dos bares, el de Rick, y el de la competencia, el “Blue Parrot”, y todos los turistas satisfechos.
Hay otra credulidad errónea. La famosa frase de “Tócala otra vez, Sam” nunca es pronunciada por Bogart. En realidad la frase es “Tócala, Sam. Toca ‘El tiempo pasará`” y la dice Ingrid Bergman. Además Wilson, el cantante pianista, sólo la canta y finge tocarla, pues no era pianista. El acompañamiento del instrumento hubo que incorporarlo después.
Por último, sin comentario a la opinión de algunos sobre la última frase de la película “...este puede ser el principio de una gran amistad”. Para ellos es la confirmación de que Casablanca, es una de las primeras películas sobre homosexuales. En fin. Ya saben lo de la infinitud y la estupidez.
Casablanca, una película ganadora de tres Oscar, una grande entre las grandes del celuloide. “As Time Goes By”, una maravilla de tema musical que nos lleva del presente al pasado, para traernos de vuelta al presente, ahogándonos en el whisky de la nostalgia.
You must remenber this,
a kiss is just a kiss,
a sigh is just a sigh,
the fundamental things apply.
As time goes by.
Escrito por Carlos Roque Sánchez croque@supercable.es
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