A todos nos resultan familiares las impactantes escenas de astronautas moviéndose en la Luna o “flotando” ingrávidos en una estación espacial. A primera vista, la realidad de ambos fenómenos físicos parecen credibilidad científica, a la imaginaria existencia de los superhéroes y sus milagrosos prodigios sobrehumanos. No obstante, por desgracia, sólo lo parece. Lo cierto es que, la visión que tiene la ciencia es más bien escéptica, en lo que respecta al mundo de los superhéroes. No niega su posible existencia, pero sí la considera muy improbable. No en vano, son varios los principios, teorías y leyes científicas que violan con sus hazañas. Veamos.
Como en la Luna
Si nos fijamos en la primera de las escenas del principio observamos que, en ellas, los astronautas son capaces de dar saltos enormes sin impulso apenas, o de sostener objetos densos sin gran esfuerzo. Una prueba evidente de que la gravedad lunar es mucho menor que la terrestre (aproximadamente una sexta parte) y un aparente argumento científico a favor de Superman. Que sería como un astronauta en la Luna pero con más energía. No obstante, siendo cuidadoso en la observación, caemos en la cuenta de que los astronautas no andan sobre la Luna. No pueden hacerlo, dada la baja gravedad lunar. Por poco que levanten un pie para andar, este hecho se convierte en todo un pequeño salto. Así que avanzan a saltitos, que es como los vemos, brincando de un sitio a otro. Y que es como Superman debería moverse en la Tierra. Cosa que no hace, pues lo vemos caminar.
Sometido a la ingravidez
Respecto a la segunda escena, de todos es sabido que la ingravidez termina debilitando el cuerpo, dado que es necesario hacer sólo un mínimo esfuerzo para llevar a cabo cualquier actividad. Es esta falta de ejercicio la que hace que la masa muscular de los astronautas disminuya y que, éstos, vuelvan debilitados después de una salida espacial, como bien sabemos. Pues bien, si los efectos son apreciables en los seres humanos, al verse sometidos a unos valores de gravedad inferiores a los terrestres, en estas estancias que tan sólo duran unas semanas, qué debilitamiento no tendría que haber experimentado nuestro Superman, que lleva años fuera de Krypton. Tendría que haber perdido su masa muscular ya en la adolescencia y, por ende, con ella su superfuerza. Algo que, como en sus andares, tampoco pasa. Nada más que hay que ver su musculado cuerpo de adulto.
Como se puede ver, estudiado con un mínimo de rigor, la ciencia hace muy improbable no sólo la existencia de organismos vivos [cyc08: Superman (4)], tipo humanoide, en Kryptón, sino el valor de la fuerza supermánica que el cómic otorga a nuestro héroe en la Tierra. Ciencia y superhéroes no parecen compatibles. (Continuará)
Escrito por Carlos Roque Sánchez(croque@supercable.es)
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Como se puede ver, estudiado con un mínimo de rigor, la ciencia hace muy improbable no sólo la existencia de organismos vivos [cyc08: Superman (4)], tipo humanoide, en Kryptón, sino el valor de la fuerza supermánica que el cómic otorga a nuestro héroe en la Tierra. Ciencia y superhéroes no parecen compatibles. (Continuará)
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