No. Este “Ciencia y Cine” no va de la última versión de la saga bondiana. La del controvertido y rubio protagonista, Daniel Craig, de 2006 Tampoco de la delirante y no oficial de 1967. La que en clave de parodia se tituló Casino Royale, es demasiado para un solo Bond. No. En esta ocasión me remontaré un poco más en el tiempo. En concreto hasta 1954. Año en el que se grabó, por vez primera, una novela de Ian Fleming. Y en el que, también claro, aparece la primera cara de James Bond en pantalla. Porque Sean Connery no fue el primer James Bond. Ni 1962 el año en el que se grabó la primera película, del exitoso 007. Pero vayamos por parte, que principio quieren las cosas.
Casino Royale, 1954
Esta historia empieza en 1981, cuando un meticuloso bondmaníaco encontró una copia en 16 mm, de una película del agente. Él pensaba que era de la parodia de 1967. Así que, cuál no sería su sorpresa al descubrir, que se trataba de un film del agente pero ¡en blanco y negro y de 1954! Era una grabación de la cadena de televisión estadounidense CBS. En concreto del tercer capítulo de Climax Mystery Theater, una serie popular en esa época, dedicado al héroe dado el enorme éxito comercial de la primera novela homónima de Fleming.
Fue emitido el 21 de octubre de 1954, a las 20.30 horas de la Costa Oeste. En esta versión, el comportamiento y los modales del espía eran más parecidos a los de un policía de Nueva York, que a los del sofisticado agente albiónico. De hecho, este Bond era miembro de la CIA y no del MI5 británico. Su nombre, sí, Jimmy Bond. En la película, el malvado Le Chiffre está interpretado por el magnífico actor Peter Lorre, a cuyo intrigante personaje de Casablanca, el hierático Rick le espeta: “Si pensase en ti, probablemente te despreciaría”. Un magnífico actor, el tal Lorre, actúe donde actúe y represente el papel que represente.
A pesar de que Climax: Casino Royale, que fue como se tituló, era un telefilme más que notable, lo cierto es que esta primera versión cayó en el mayor de los olvidos. Y allí hubiera permanecido si no hubiera sucedido lo de 1981. Algo parecido a lo que le ocurrió al actor protagonista. El que puso cara al primer James Bond.
Barry Nelson
Barry Nelson era un discreto actor, conocido sólo en los teatros de Broadway, que en la década de los cuarenta marchó a Hollywood, donde logró grabar algunas películas. Sobre todo como galán-pareja de actrices de la talla de Ginger Rogers y Debbie Reynolds. Un actor convincente de gris trayectoria, cuyo rumbo no cambió mucho, tras rodar al agente secreto en 1954. De hecho no lo llamaron ocho años después, cuando se rodó la primera versión cinematográfica. Al poco tiempo declaró: “No empleo mi tiempo lamentándome. Siempre estuve seguro de que Connery sería el Bond perfecto”. Todo un señor.
Para lo que sí lo llamaron fue para hacer un cameo en el Casino Royale de 1967, que él aceptó. En fin. Ironías de la vida. Como también aceptó las discretas colaboraciones que le ofrecieron. En aquel heraldo catastrofista que fue Aeropuerto de 1970, como el capitán del avión siniestrado. En la comedia sentimental de 1972, que llevó por nombre Risas y lágrimas. O en El resplandor de 1980, dando vida al encargado del hotel que contrata al personaje de Jack Nicholson. Ya lejos del cine, Nelson, hizo apariciones en series de televisión de fama como: Canon, Se ha escrito un crimen, Dallas, Vacaciones en el mar, Los Roper, entre otras. Lo que se dice todo un profesional.
El pasado mes de abril, a punto de cumplir los 87 años, nos dejaba Robert H. Neilson, conocido como Barry Nelson y cuya trayectoria artística dio lugar a una anécdota maleva. La que originó un redactor de Associated Press, cuando escribió que en ella había una buena pregunta para el Trivial Pursuit: “¿Quién fue el primer actor en dar vida a James Bond?”. Un pregunta en apariencia sencilla, cuya respuesta muchos creerían saber, pero que en realidad muy pocos acertarían. “Barry Nelson”. Un James Bond algo olvidadito.
Escrito por Carlos Roque Sánchez (croque@supercable.es)
Esta historia empieza en 1981, cuando un meticuloso bondmaníaco encontró una copia en 16 mm, de una película del agente. Él pensaba que era de la parodia de 1967. Así que, cuál no sería su sorpresa al descubrir, que se trataba de un film del agente pero ¡en blanco y negro y de 1954! Era una grabación de la cadena de televisión estadounidense CBS. En concreto del tercer capítulo de Climax Mystery Theater, una serie popular en esa época, dedicado al héroe dado el enorme éxito comercial de la primera novela homónima de Fleming.
Fue emitido el 21 de octubre de 1954, a las 20.30 horas de la Costa Oeste. En esta versión, el comportamiento y los modales del espía eran más parecidos a los de un policía de Nueva York, que a los del sofisticado agente albiónico. De hecho, este Bond era miembro de la CIA y no del MI5 británico. Su nombre, sí, Jimmy Bond. En la película, el malvado Le Chiffre está interpretado por el magnífico actor Peter Lorre, a cuyo intrigante personaje de Casablanca, el hierático Rick le espeta: “Si pensase en ti, probablemente te despreciaría”. Un magnífico actor, el tal Lorre, actúe donde actúe y represente el papel que represente.
A pesar de que Climax: Casino Royale, que fue como se tituló, era un telefilme más que notable, lo cierto es que esta primera versión cayó en el mayor de los olvidos. Y allí hubiera permanecido si no hubiera sucedido lo de 1981. Algo parecido a lo que le ocurrió al actor protagonista. El que puso cara al primer James Bond.
Barry Nelson era un discreto actor, conocido sólo en los teatros de Broadway, que en la década de los cuarenta marchó a Hollywood, donde logró grabar algunas películas. Sobre todo como galán-pareja de actrices de la talla de Ginger Rogers y Debbie Reynolds. Un actor convincente de gris trayectoria, cuyo rumbo no cambió mucho, tras rodar al agente secreto en 1954. De hecho no lo llamaron ocho años después, cuando se rodó la primera versión cinematográfica. Al poco tiempo declaró: “No empleo mi tiempo lamentándome. Siempre estuve seguro de que Connery sería el Bond perfecto”. Todo un señor.
Para lo que sí lo llamaron fue para hacer un cameo en el Casino Royale de 1967, que él aceptó. En fin. Ironías de la vida. Como también aceptó las discretas colaboraciones que le ofrecieron. En aquel heraldo catastrofista que fue Aeropuerto de 1970, como el capitán del avión siniestrado. En la comedia sentimental de 1972, que llevó por nombre Risas y lágrimas. O en El resplandor de 1980, dando vida al encargado del hotel que contrata al personaje de Jack Nicholson. Ya lejos del cine, Nelson, hizo apariciones en series de televisión de fama como: Canon, Se ha escrito un crimen, Dallas, Vacaciones en el mar, Los Roper, entre otras. Lo que se dice todo un profesional.
El pasado mes de abril, a punto de cumplir los 87 años, nos dejaba Robert H. Neilson, conocido como Barry Nelson y cuya trayectoria artística dio lugar a una anécdota maleva. La que originó un redactor de Associated Press, cuando escribió que en ella había una buena pregunta para el Trivial Pursuit: “¿Quién fue el primer actor en dar vida a James Bond?”. Un pregunta en apariencia sencilla, cuya respuesta muchos creerían saber, pero que en realidad muy pocos acertarían. “Barry Nelson”. Un James Bond algo olvidadito.
Escrito por Carlos Roque Sánchez (croque@supercable.es)
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